Repeticiones a tu ausencia
- María Lucía Medina
- 11 jun 2019
- 1 Min. de lectura
Tu despedida me enseñó que no hay dolor eterno,
esa despedida me enseñó a superar el drama de tu existencia,
así mismo me enseñó que la soledad era más sana
y aunque daño hizo, enseñó además que no hay pensamiento malo más grande que yo.
Del desamor aprendí que no habrá nada más impactante que el final definitivo.
De ese desamor aprendí que necesitaba evidencia de esa realidad de despedida,
de este hecho aprendí a medir mi amor más allá del tiempo que no vi pasar.
Y solo así entendí que debo lidiar con las contradicciones de cuando decidiste irte:
¡Adiós! no necesito palabras sin significado
- Te juré amor eterno
¡Adiós! no quiero más besos sin sabor
- Jamás habría besado boca más dulce que la tuya
¡Adiós! no necesito tu solitaria compañía
- Siempre he estado para ti
¡Adiós! no me hace bien tu presencia
- Tú me das vida
¡Adiós! no me prometas más cosas
- He cumplido cada palabra que te he jurado
¡Adiós! no vale la pena
- Vale la vida mía
¡Adiós! no sufriré por amor
- No sabes que es sufrir porque no has vivido sin ti
Tu despedida me enseñó a jugármela de nuevo sin temor a nada y aunque del desamor aprendí que la responsabilidad no fue solo mía y esta culpa no me pertenece, el adiós me condenó a volver a ti.
Comments